QUINCHO MOHOLY

Arquitecto: José Peña
Colaboradores: Diego Navarrete y Marcos Aravena
Clienta: Helen Martin
Ubicación: Pucón, Chile.
Superficie construida: 42 m2
Año: 2019
Fotografías: Sebastián Aguilar

 

Inspirada en el artista suprematista, Moholy- Nagy, la obra a cargo del arquitecto José Peña, destaca por su integración con el entorno, permitiendo un espacio de reflexión y de conexión única con la naturaleza.

Cercano a Pucón en la región de la Araucanía, en un terreno de media hectárea, rodeado de robles jóvenes y rocas volcánicas en las faldas del Volcán Villarrica, está ubicado Quincho Moholy. Tal como se plantea en la memoria del proyecto, además de la casa, en un claro dentro del bosque, se construyó la obra, con el objetivo de buscar un espacio para la meditación.

 

 

Una estructura de hormigón, cilíndrica, de líneas simples, y subterránea fue el resultado final creado por el arquitecto, inspirado en el artista y maestro de la Bauhaus, László Moholy- Nagy, quien recurría al uso de figuras geométricas en sus obras. “La estructura es un elemento que comienza como muro que se eleva para trabajar como una viga de 1.6 m de alto apoyada solamente en su clave y al llegar al suelo su cimiento resistente se transforma en la base de la piscina. Los muros son soporte y al mismo tiempo se transforman en mobiliario para el uso interior”, señala el arquitecto, José Peña.

 

 

Esta arquitectura permite que la obra no sea una irrupción en el entorno, sino que sea parte de él, otorgando continuidad entre la construcción y el paisaje. “A través de la exploración de conexiones y proporciones creamos nuestra propia pintura que remarca diferentes intenciones espaciales donde las formas no niegan el lleno que lo rodea, sino que lo hace parte de este, con tan solo un par de líneas sutiles que le otorgan su función al habitar”.

Al entrar en el quincho desaparece la división del espacio interior y exterior y se evidencia el claro del bosque, y la piscina semicircular en la que se ven reflejados los árboles del entorno. Además, debido a la inclinación del cilindro, permite que cuando llueva, el agua descienda directamente en la piscina.

 

 

Quincho Moholy es la perfecta unión entre obra y paisaje, que logra transmitir una tranquilidad única, generando un espacio ideal para momentos de reflexión y meditación en medio de la naturaleza.

@ignaciopenapenaranda
www.josepena.cl
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