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PAOLA PAZ

Y LA NARRATIVA DEL GESTO

/ Fotografías:

Los niños han sido su mayor fuente de inspiración. Espontaneidad, naturalidad y toda la inocencia que caracteriza a esta etapa de la vida, han sido la materia prima perfecta para construir imágenes, en donde la narrativa del gesto, le ha dado la impronta y el carácter al trabajo de la fotógrafa Paola Paz.

Sus fotografías tienen algo especial. Son imágenes que hablan por sí solas. Dan cuenta de historias, emociones y gestos, que permiten volver a esa etapa tan especial en la vida de toda persona: la infancia.

Desde acá comenzamos a recorrer lo que ha sido el trabajo de la fotógrafa Paola Paz, quien lleva cerca de 18 años dedicada a esta profesión, y 8 años enfocando su labor a retratar niños entre los 0 meses y los 12 años.

“Me encanta la naturalidad, la espontaneidad y la inocencia en cómo los niños enfrentan el mundo. Es justamente ahí donde está toda la riqueza de mi trabajo, lo que le va dando el carácter a este y desde donde nacen imágenes cargadas de una emocionalidad especial”, confiesa la profesional.

En cada niño o niña Paola logra encontrar una riqueza sin límites, lo cual incluso le ha servido como un aprendizaje personal. “Adentrarse en ese mundo tan lindo me ha permitido, por ejemplo, desarrollar una mayor empatía. Entendí que los niños tienen un profundo sentido de libertad y que este es un sentimiento que se ha mantenido intacto a lo largo de la historia. Quienes sí hemos cambiado hemos sido los padres. Ver en los más pequeños la simpleza con la que se manejan en diversas situaciones, es maravilloso”.

Paola explica que sus sesiones no duran más allá de 30 minutos, ya que mantener la atención de un pequeño por largo tiempo resulta difícil. “Ellos se mueven, ríen, lloran y es a través de todo ese recorrido de emociones que voy construyendo la narrativa de los gestos, nombre que le doy a mi trabajo y lo que ha significado que este además sea mi propio sello”.

Esto lleva a que el resultado final venga cargado de una sensibilidad especial, y que cada fotografía tenga un carácter propio, ya que cada niño es un ser individual y único. “Esto se convierte desde este punto de vista en un gran tesoro. Es por ello que muchas familias atesoran este tipo de retrato como un importante patrimonio. Incluso será un recuerdo que durante la adultez permita retroceder el tiempo y volver a vivenciar algún momento especial”.

“La verdad es que este tipo de trabajo me apasiona y es muy enriquecedor. Ello me ha llevado a estar muy agradecida de lo que hago y a querer entregar a otros mi conocimiento y experiencia”.

Es a raíz de ello que Paola Paz ha viajado a otros países, dictando conferencias y realizando talleres para mostrar su trabajo. Algunos de ellos son: Estados Unidos, Argentina, Uruguay, Guatemala y Colombia, por mencionar solo algunos lugares. Y en abril está invitada como expositora al mayor congreso de fotografía que se realizará en Brasil. “Esto para mí es un tremendo logro, ya que significa que se reconoce todo lo que estoy haciendo, y además me permitirá seguir entregando todo aquello que sé a más personas”.

De esta manera Paola Paz sigue recorriendo un camino que no solo ha significado un progreso en su trabajo profesional, sino también desde su ámbito más profundo como persona. “Siento que cada vez que retrato a un niño algo de mí se proyecta hacia él. Es como volver a esa infancia, a ese mundo tan maravilloso y natural, en donde no existen los juicios. Es algo tan puro y que solo a través de una imagen es posible de inmortalizar”.

“Para cada papá o mamá la fotografía será sin duda un valioso tesoro, un testimonio que cada niño hace de sí mismo, mientras que para mí seguirá siendo ese camino privilegiado por el que me ha tocado transitar”.

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