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HERMANOS QUIERO HASBUN 

Cuando el acento está puesto en la experiencia

/ Fotografías: Marcelo Vejar

Constantes desafíos en materia gastronómica, han llevado a estos dos hermanos, Verónica y Patricio, a sortear con éxito los diferentes proyectos que se han presentado en el camino. Hoy, luego de varios años dedicados al rubro de la cocina, se enfrentan a una nueva etapa junto a Eventos Llacolén.

La historia de esta empresa familiar se remonta a 1987, cuando la madre de Patricio y Verónica Quiero Hasbún, la señora Patricia Hasbún Bravo, una destacada nutricionista de la Universidad de Chile, comienza a desarrollar un negocio relacionado con el casino de empresas. “En la primera etapa atendíamos a pocas personas, pero la calidad y la innovación en la propuesta hicieron que nos ganáramos un prestigio en este mercado”, comenta Patricio.

 

Verónica Quiero Hasbún, Gerente de Servicios Eventos Llacolén Socia Quiero Hasbún y Cía LTDA <br> Patricio Quiero Hasbún, Gerente General Eventos Llacolén Socio Quiero Hasbún y Cía LTDA

 

En el año 1991, Patricio decide unirse a este proyecto familiar, abriendo un servicio para cafeterías universitarias. Ambas empresas convivían de manera exitosa y continuaban ganándose el reconocimiento de las personas. “El boca a boca fue fundamental en este proceso. Nuestros clientes veían que lo que ofrecíamos era diferente y que escapaba a lo clásico que hasta el momento se veía en los casinos. Acá una parte importante fue toda la experiencia de mi madre en relación a la cocina árabe. Lo nuestro se enfocaba en una propuesta de cocina más internacional”.

En el año 1999 Patricio y su madre deciden juntar formalmente el negocio de los casinos y el de las cafeterías universitarias, para comenzar a funcionar bajo una marca que rápidamente se consolidó. Esta fue Nutriserv. “Decidimos separar el modelo de negocio, definiendo bien nuestros servicios. Por un lado el casino de empresas y, por el otro, el de las cafeterías universitarias”.

Pero un inesperado traspié se presentó a la empresa. “El terremoto del 2010 significó una gran pérdida para nosotros. Pese a ello, y con el apoyo de nuestros proveedores, pudimos levantarnos y seguir. A siete días del desastre ya estábamos entregando servicios, participamos activamente como proveedores estratégicos de ENAP, Para ese entonces la empresa ya se había adjudicado la concesión del patio de contratistas de la Refinería, llegando a tener a más de 900 personas a las que debían atender. Desde ahí continuó un sólido crecimiento que ha llevado a la empresa a ofrecer múltiples servicios, cada uno avalado por la experiencia, el profesionalismo y la trayectoria. Decidimos separar las áreas de nuestros servicios a los que llamamos Quiero Break para Cafeterías Universitarias y Quiero Lunch & Break. Este último apunta isotérmicos, se lleva hasta donde lo solicitaron, sin que se pierda la cadena de frio. Posterior a esto se retermaliza, haciendo que el producto final no pierda ninguna cualidad”.

 

 

SU RECIENTE APUESTA

Al crecimiento de la empresa, se sumó recientemente un nuevo desafío gastronómico, esta vez se trató de la adjudicación de la concesión del Centro de Eventos Llacolén, un Club Social con una maravillosa infraestructura, en donde ambos empresarios vieron una excelente oportunidad para seguir brindando un servicio de calidad.

“El lugar se remodeló por completo y hoy estamos en condiciones de ofrecer diferentes tipos de eventos. Contamos con espacio para 400 personas, quienes podrán disfrutar no solo de su moderna ambientación, sino de un completo servicio de gastronomía que los llevará disfrutar de momentos inolvidables”.

 

 

“El edificio que lleva por nombre Mario Lanata cuenta con diferentes salones. El primero con una capacidad para 70 personas, luego tenemos uno que puede albergar hasta 250 personas, incluyendo la terraza, y el salón bar con capacidad para 200 personas. Luego en el segundo piso disponemos de dos salas de capacitaciones, además del restaurante. Ello nos permite estar preparados para atender todo tipo de eventos como matrimonios, eventos corporativos y sociales,”, señala Verónica.

“Queremos ser un polo de atracción. Para ello tenemos una serie de actividades ya programadas para el año, en donde buscamos que los socios, empresas y público en general puedan llegar hasta acá a disfrutar de una experiencia única”.

Patricio y Verónica han sido testigos del crecimiento y el progreso de una empresa familiar, la que siguen liderando desde el cariño con el que se preocupan de cada detalle, y avalados, además, por la gran trayectoria que poseen en Concepción.

 

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