
Electromovilidad
LA REVOLUCIÓN DEL TRANSPORTE URBANO
Por: Marcela Cademartori / Fotografías: * 18 Diciembre, 2019
Buscar alternativas para disminuir la contaminación urbana, se ha convertido en un tema de preocupación para la ciudad del nuevo siglo. Concebir sistemas de transportes que generen menos polución, es un importante desafío para los países. Es en este escenario, que la electromovilidad emerge como una solución que hoy es estudiada y gestionada por académicos e investigadores.

Dr. Jorge Rabanal-Arabach, Profesor asistente del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Antofagasta e Investigador en Centro de Desarrollo Energético Antofagasta (CDEA-UA) de Universidad de Antofagasta
Hoy el crecimiento económico se concibe alineado con la protección al bienestar y a la salud de las personas. En este sentido, el cuidado por el medio ambiente y velar por el entorno en el que nos desenvolvemos, se convierten en objetivos prioritarios.
La disminución del consumo de combustibles fósiles es clave en esta temática. Es aquí donde los vehículos eléctricos tienen gran futuro, especialmente, si la electricidad que utilizan proviene de fuentes de energía renovable. Es el caso de la energía solar, donde la Región de Antofagasta tiene grandes ventajas debido a su inmenso potencial en este recurso.
Según cálculos del Ministerio de Energía, se estima que la incorporación de vehículos eléctricos en el transporte público evitaría la emisión de 11 millones de toneladas de CO2 y reduciría el gasto energético del país en más de US$3300 millones anuales.
Debido a lo anterior, se establecen metas concretas de uso de vehículos eléctricos en la Estrategia Nacional de Electromovilidad, definiendo que el transporte público urbano sea 100% eléctrico al año 2040 y que el parque de vehículos particulares cuente con una participación del 40% de vehículos eléctricos.
Dicho lo anterior, es de suma importancia comenzar a adquirir y determinar estrategias de operación para estas tecnologías emergentes, de lo cual ya existen algunas pruebas que se han efectuado en distintas zonas del país.
“Un vehículo eléctrico no sólo tiene una ventaja comparativa en términos medioambientales, sino que también en relación a la reducción de ruido, mayor eficiencia en el uso de la energía y conducción más agradable”. Así lo explica el Dr. Jorge Rabanal-Arabach, profesor asistente del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Antofagasta e Investigador en Centro de Desarrollo Energético Antofagasta (CDEA-UA) de Universidad de Antofagasta.
HACIA UN NUEVO MODELO
Dada la importancia que la electromovilidad reviste, es que la Universidad de Antofagasta comenzó a trabajar en la operación y análisis de información en el piloto sobre la incorporación de buses eléctricos para el transporte urbano en la ciudad. Esto es posible gracias a la colaboración de ENEL-X, BYD, las SEREMI de Energía y Transporte, y la Universidad de Antofagasta.
“Este piloto se efectúa con un bus eléctrico BYD, cuya velocidad máxima es de 70 km/h para uso en la ciudad, pudiendo llegar a 96 km/h si se programa de esta forma desde fábrica. La máquina mide alrededor de 12 metros de largo, casi tres de ancho y pesa cerca de tres toneladas. El vehículo tiene capacidad para 19 personas sentadas, 50 de pie y con espacio para trasladar, de forma segura, a una persona en silla de ruedas. El bus, además, posee una característica muy particular en comparación con las máquinas actuales del TransAntofagasta, ya que cuenta con tecnología que le permite bajar la altura desde el suelo para ingresar o salir de la máquina”, puntualiza el Dr. Jorge Rabanal-Arabach.
Este bus eléctrico dispone de un motor por cada rueda trasera y cuatro packs de baterías, de tipo LiFePO4 (capacidad de 324 kWh en total), que hacen funcionar el sistema de tracción. La carga completa demora 5 horas, con un cargador de 60 kW. Estando las baterías al 100%, bajo condiciones normales, el bus alcanza una autonomía de 250 km, lo cual implica prácticamente cuatro a cinco vueltas a la ciudad, en un recorrido promedio.
En paralelo al mencionado pilotaje, la Universidad de Antofagasta ha efectuado otros emprendimientos en temas de electromovilidad. “En esta línea aparece el vehículo eléctrico solar TAKAI Urban. Se trata de un biplaza diseñado y fabricado por alumnos de la Facultad de Ingeniería de la UA. Adicionalmente, estamos trabajando en un nuevo modelo, el cual incorporará mejoras encontradas a partir del análisis de la versión anterior, dando oportunidad a los estudiantes de validar sus conocimientos en actividades prácticas”.
“Otra acción en esta temática es el apoyo a una PyME local en la transformación de vehículos de combustión interna a eléctricos. De esta forma es posible extender la vida útil de vehículos en desuso”.
Todas estas iniciativas han permitido generar importantes avances que el Centro de Desarrollo Energético Antofagasta (CDEA), en la Universidad de Antofagasta, ha estado trabajando en conjunto con centros de investigación internacionales, cimentando, de esta manera, el camino para que la electromovilidad logre convertirse en el modelo de transporte urbano del siglo XXI.