CASA MOSSO
Decorar desde el sentido
Por: Marcela Cademartori / Fotografías: Pilar Castro * 16 Noviembre, 2019
Lejos de tendencias y modas, la diseñadora Josefina Mosso, ha logrado imprimir a la decoración de su casa un sello único y original. Diferentes objetos y elementos que se han cruzado en su camino, se han convertido en el motivo de inspiración para crear ambientes cargados de un especial sentido.
Decorar con todo aquel elemento que le haga algún sentido, ha llevado a Josefina Mosso a construir un relato único en la ambientación de los espacios de su casa.
Un poco de estilo kitsch, otro poco de hippismo y objetos que quizás no obedecen a ninguna tendencia en particular, van conformando un carácter de decoración que más bien se asemeja a una propuesta lúdica y entretenida, en torno a la cual es posible construir historias que le otorgan un sentido aún más especial a cada rincón.
“Mi casa no tiene moda. Es atemporal y también tiene un espíritu mágico. Eso es lo que la hace tan distinta. Desde cada lugar o cosa puedo contar una historia, lo cual hace que mis visitas lo pasen bien, ya que siempre habrá algún nuevo relato para descubrir”.
Más de 200 mt2 son los que tiene la casa de Josefina, la que se encuentra inserta en un condominio que se asemeja a lo que los ingleses llaman los town houses. “Son sistemas constructivos, en donde las puertas de servicios de las diferentes casas se abren y se comparte un patio o plaza en común. Como son todas las casas iguales, sentí la necesidad de imprimir un sello que identificara a la mía de una manera que destacara”.
Cabe mencionar que el condominoo fue construido por los arquitectos FlañoNuñes- Tuca, y recibió un importante premio de la Bienal de Arquitectura. “Es a raíz de ello que las casas no pueden sufrir ningún tipo de intervención que altere los detalles de su estructura y materialidad, por lo que me hacía aún más sentido imprimir un sello que me evocara algún sentido en su interior”, agrega Josefina.
Un cubrecama colgando desde un muro, sillones con llamativos tapices cubriéndolos, unos cachos de siervo y hasta un gran oso sentado en un bar al que Josefina apodó Horacio, conviven de manera perfecta en cada rincón en los cuales fueron ubicados.
Destaca una alfombra que también adorna una pared, y cuya historia se remonta a unos años atrás cuando Josefina la rescató desde una turbina de un bote, y luego de secarla descubrió que estaba elaborada de fibras y tintura natural. Hoy yace como uno de los elementos más llamativos en la decoración de su comedor.
En el piso existen más detalles a través de los cuales se sigue construyendo la historia decorativa de esta casa. “Las baldosas las rescaté de baldosas Córdoba. y a un muy buen precio. En resumen, podría decir que cada cosa que se ve tiene un relato, y eso es lo que quizás hace tan especial a mi propuesta. Es una decoración que no obedece a tendencias, pero en donde sí está presente un profundo sentido, en donde se entremezclan historias, vivencias y recuerdos”.