
CAMILA PONTIKAS
Vestuario: Una proyección de identidad
Por: Marcela Cademartori / Fotografías: * 7 Junio, 2019
Oriunda de la zona de Magallanes, su origen ha sido un importante motivo de inspiración para su trabajo como diseñadora de vestuario. Energía, innovación y una propuesta marcada por su particular sello, definen la pauta en cada nueva colección.
Tres años lleva esta diseñadora nacional sorprendiendo con sus propuestas de vestuario, que siempre tienen algo importante que comunicar. Tal como la misma Camila Pontikas comenta, un vestuario o una pieza debe reflejar una identidad, contar una historia o quizás plasmar alguna emoción.
El haber nacido en la zona de Magallanes, sin duda, marcó su carácter, el que queda plasmado de una manera u otra en cada uno de sus trabajos. “El vivir en una zona tan austral te lleva a forjar una personalidad con una alta sensibilidad. El frío, el hielo, la nieve, te forman un carácter resistente. Pero al mismo tiempo, al estar tan aislado, aprendes a ser solidario y a tener un alto sentido de pertenencia e identidad con el lugar que te vio nacer. Sin duda que todo este contexto queda impreso en mis diseños. Por más que evite reflejar esta experiencia personal, suelo llegar siempre a lo mismo en mis trabajos”.
Innovar y estar constantemente sorprendiendo son otras de las cualidades con las que Camila va entregando carácter a sus diseños. “Estoy constantemente investigando. Me preocupo de los detalles. No me conformo con lo simple ni lo obvio. Siempre estoy probando cosas nuevas. Me gusta apostar por texturas arriesgadas, trabajar con materiales impensados. En resumen, creo que cuando hablo de innovación, esto viene más bien dado por mi permanente interés por experimentar con diferentes materialidades. Ese es mi desafío personal”.
Para la profesional el vestuario es comunicación y es a partir de esto que sus prendas también van adquiriendo el valor por el cual son reconocidas. “El vestuario es un tipo de comunicación no verbal. Desde las primeras civilizaciones ha sido trascendental, siendo reflejo de la tradición de diversas culturas: Cada prenda que usamos revela algo de nosotros. El color, el modelo o el estilo que seleccionamos, son influenciados por nuestras experiencias y por lo que queremos proyectar. Creamos una imagen y construimos nuestra identidad a través de la vestimenta”.
DE CAMILA AL MUNDO
El trabajo de Camila no ha pasado desapercibido para las grandes lides de la moda internacional. Es así como durante el 2018 participó en el Santiago Fashion Week 2018 y en un importante desfile de Concepción. Además se ganó la beca New Talent del Instituto Marangoni, lo que le permitió formarse una nueva visión del mundo del diseño a partir de la mirada que los europeos tienen hoy en relación a esta industria.
“Hay una mirada que busca ante todo que la industria sea capaz de mutar hacia procesos más amigables con el medioambiente. En Europa son muy protectores de su industria local, un tema en el que Chile aún está al debe. Debemos ser capaces de potenciar más los talentos locales y nuestra propia industria. De esta forma seremos nosotros mismos los que ayudemos a impulsar nuestra propia economía”, postula la profesional.
Pese a esta mirada internacional en la que Camila ha puesto su foco, su principal interés sigue siendo vestir a la mujer de hoy, que no tiene miedo a mostrar su cuerpo. Siente que en Chile se está viviendo un momento de cambio y que sus diseños pueden interpretarlo. “Si bien quiero seguir haciendo alta costura, mi intención es hacer piezas más urbanas, pero siempre de corte elegante”.
“Mi desafío es seguir innovando y buscando nuevas materialidades y texturas, explorando en diferentes técnicas e incorporando nueva tecnología. Quiero ser conocida por mi propia marca, que esta tenga su propia identidad y en donde se me reconozca por un diseño de calidad, enfocado en los detalles”.
“Pretendo que el vestuario vuelva a adquirir el valor de antaño. Hacer que este trascienda en el tiempo y que se convierta en algo así como parte del patrimonio que una familia puede llegar a tener. Me aburren las modas desechables y de tendencia. Apuesto, en cambio, por una moda atemporal, que perdure y que por sobre todo sea capaz de transmitir algo. Ese es el verdadero valor que para mí tiene el trabajo que hago y con el cual pretendo seguir proyectándome hacia al futuro”.